«No es fácil llegar al Congreso y ser representante de una institución, esos son retos que asumí como líder»

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Donna junto a su mamá, su fiel compañera y apoyo

Donna Montero tiene 15 años y es alcaldesa escolar de la I.E. Alborada Francesa en Comas. Ella es una de las líderes escolares más activas en Lima Norte, así que decidimos conversar con ella para que nos cuente de su participación en este proyecto.

¿Cuándo y cómo iniciaste tu participación en Escuelas Libres de Violencia? Me enteré a inicios del año escolar 2015 porque vinieron a buscarme los miembros de Alternativa, la institución que ejecutaba el proyecto en Lima Norte  y me contaron en que consistiría mi participación. En ese momento yo era alcaldesa escolar en mi colegio, La Alborada Francesa en Comas.

¿Qué actividades realizaste como líder escolar? Diversas, desde charlas contra la violencia, el reciclaje, afiches e intervenir cuando había un acto de violencia entre compañeros y conversar con mi sub directora para que me apoye.

¿Qué respuestas y/o actitudes percibiste en tus compañeros a partir de las actividades realizadas? He percibido buenas actitudes por parte de mis compañeros, las charlas que se les dio los hizo reflexionar mucho. Hubo empatía, se pusieron en el lugar de la persona afectada. En una oportunidad, a un compañero le hacían bullying a través de las redes sociales, al principio complicado creerle porque en el salón lo trataban bien  pero cuando nos enseño lo que le hacían fue algo asombroso, entonces decidí conversar con  mi sub directora y contárselo a Gissela, que pertenecía  al equipo de Alternativa, e  intervenimos haciendo una charla. Al inicio lo tomaban como broma porque no les interesaba ni prestaban atención, luego  se puso un video donde todos se quedaron  callados. Algunos no sabían qué era el bullying y los tipos de violencia. Al finalizar la persona que fue víctima me dio las gracias.  Es algo bonito haber podido ayudarlo.

¿Sentiste que recibiste apoyo por parte de las autoridades de tu institución educativa mientras surgían tus iniciativas? De hecho que sí,  mi subdirectora, el coordinador de TOE  y por parte del equipo de Alternativa. De los primeros al brindarme el espacio en las horas de tutoría y de Alternativa con algunos materiales y formas para poder realizar el taller con mis compañeros.

¿Cómo te sentiste participando? Muchas emociones concentradas: feliz, triste, nerviosa… no es fácil llegar al congreso, ser representante de una institución y vocera de mis compañeros. Todo, el simple hecho de que me escuchen y  que sepan cual es la problemática de nuestras escuelas. Esos fueron retos  que como líder asumí para lograr un objetivo.

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Donna al lado de la excongresista Cenaida Uribe y sus compañeros líderes escolares

¿Cómo tomaron tu participación en el proyecto en casa? Mi papá no era muy optimista al respecto, pero mi mamá me dijo que era algo que tendría que asumirlo con responsabilidad y que si me gustaba, que lo intente. Ella me acompañaba a las actividades que tenía como líder escolar, como cuando asistí al pleno en el Congreso para debatir el texto sustitutorio de la Ley 29719.

¿Y tus amigos? De todo. Algunos me felicitaban y otros me molestaban. Muchas veces tenías que pedir permiso para realizar las actividades o tenía que presentar mis tareas fuera de fecha, a veces me decían que era media ‘patera’ y que me volvería creída por salir en la TV o en la radio. Pero es bonito que las personas te feliciten y me digan que haciendo lo que me gusta que es poder ayudar a otras personas  a que tengan una vida tranquila sin violencia.

No fue un proceso fácil de lidiar… Fue un poco complicado porque se me acumulaban las tareas  y así como algunos maestros tomaban en cuenta mi participación de líder escolar, otros no.  En lo social algunos de mis amigos dejaban de hablarme porque decían que paraba muy ocupada salvando vidas y que quizás no tenga tiempo para ellos, pero sí me entendían. En casa fue similar, por un lado, que no me traería nada de provecho o que no sé de política, que son palabras difíciles de entender. Pero había algo que me daba fortaleza y es que quedarse callado ante un acto de violencia no saldrá nada bueno, cuando en realidad está la posibilidad de hablar con alguien que nos pueda ayudar, y  a mí me gusta eso:  vivir en un ambiente donde no haya violencia ni maltrato alguno, un ambiente calmado, y niños o niña cumpla sus objetivos.

¿Cómo te sientes ahora, después de más de un año de participación? Contenta de haber podido ayudar algunos de mis compañeros a que recapaciten y entiendan que la violencia no es buena. Al principio puede ser una broma, pero debemos entender que a algunas personas eso les afecta y debemos ponernos en su lugar.

¿Qué crees que has aprendido? A saber liderar un equipo, decir no de una forma asertiva sin lastimar a nadie, ayudar al que requiere de mi ayuda, y sobre todo no quedarme callada ante un acto de violencia. Ahora sé que si tengo un objetivo, debo luchar por ello por más difícil que sea.

¿Qué les dirías a los nuevos líderes escolares que entran? Que luchen hasta el final por alcanzar los objetivos propuestos y que lo que más aprendemos es no hacer las cosas materiales si no el cómo cambiar la vida de nuestros compañeros.

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